¿Para qué uso ChatGPT? 1. Preguntar y dialogar
Uso cotidianamente ChatGPT. Si puedo, iré escribiendo sobre cómo lo uso. En esta primera entrega, buscar información.
Recuerdo
Recuerdo mi asombro cuando vi la primera calculadora que sacaba logaritmos y me ahorraba buscar en tablas con números diminutos. Recuerdo mi asombro cuando llegó a la cátedra una computadora de Estados Unidos y me tocó estudiar el manual del “Procesador de Textos”: algo, llamado cursor, podía ponerse entre dos letras y hacerle lugar a los empujones a una nueva o borrar una vecina. Recuerdo mi asombro cuando comencé a enviar y recibir emails. También cuando pude ingresar desde mi oficina a una computadora del Louvre y ver a La Gioconda. Recuerdo mi asombro cuando comencé a usar Google y tuve todo el conocimiento al alcance de la mano. Tanto o más me asombré a fines de 2022, cuando empecé a usar ChatGPT. Y así como a un gran terremoto le siguen sus réplicas, en estos 14-15 meses no he parado de experimentar, asombro tras asombro, las réplicas de ChatGPT.
No sé cómo hace una calculadora para obtener un logaritmo. Tampoco sé cómo obran su magia los procesadores de textos o la internet. Mucho menos sé sobre cómo funciona ChatGPT, aunque aquí puedes ver tres explicaciones brillantes sobre los grandes modelos de lenguaje, que es la familia de inteligencia artificial a la que pertenece: una un poco más compleja, otra más accesible y otra por uno de los padres de la criatura. Aquí intentaré darte mi experiencia de usuario. Persigo el fin de contagiarte mi entusiasmo y darte algunas ideas para que tu trabajo y tu relación con el conocimiento en general se enriquezcan gracias a ChatGPT o algún sistema similar, actual o futuro.
Un par de aclaraciones antes de empezar. Una es que en mi trabajo paso un montón de tiempo con la computadora: escribo, leo, analizo datos, creo programas de computación, preparo clases y reuniones, diseño proyectos, todo con la compu. Muchos de nosotros trabajamos así, pero otros no tanto. Entonces mi experiencia de usuario no tiene por qué ser igual a la tuya. Tendrás que hacer tus paralelismos, tus traducciones entre tu realidad y la mía. Puede ser que ChatGPT no te sirva para nada. Pero aun en ese caso, creo que merece la pena que sigas leyendo para enterarte de un gran cambio tecnológico que está sucediendo hoy. La otra aclaración es que uso ChatGPT 4, que es una versión paga (20 dólares por mes) y mucho de lo que te muestre aquí surge de esa versión. La versión gratuita (3.5) puede hacer muchas cosas también y hay formas gratuitas de acceder a la versión 4 (por ejemplo, a través del buscador Bing). Pero, aunque sea pago, prefiero mostrarte lo que puede hacer hoy el mejor sistema de inteligencia artificial basada en lenguaje del mundo.
Tengo mucho para contarte, pero en esta entrega sólo te voy a contar cómo lo uso en lugar de Google o a veces como su complemento. En otro momento te contaré cómo lo uso para:
Rebotar ideas.
Leer, resumir, simplificar textos escritos por otros.
Crear, revisar, mejorar textos escritos por mí.
Escribir programas de computación.
Analizar datos.
Interpretar imágenes (no lo uso mucho para esto, pero es tan genial que te lo tengo que mostrar).
Crear imágenes (tampoco lo uso mucho).
¿Cómo empezar?
Esto es terriblemente cambiante, pero te doy algunas referencias que pueden ser útiles. Si quieres obtener una cuenta de ChatGPT no busques en Google “Inteligencia artificial” o “ChatGPT”. Ve directo a esta página, que es de la empresa OpenAI, creadora de ChatGPT. Allí te registras, creas un usuario, una contraseña y listo. Hay otros sistemas (Gemini, Claude, Grock, Llama…), todos interesantes para explorar y los puedes encontrar en las páginas originales de las compañías que los crearon. No te hacen falta intermediarios. No es mi propósito cubrir todo. Vamos directo a ChatGPT.
En la compu, ChatGPT es una solapa o pestaña más de tu navegador de internet. No necesitas instalar nada. En el teléfono es una app que bajas del almacen de aplicaciones. Aquí sólo hablaré de la versión en la compu. Cada día, muy temprano, surge algo que me lleva a usarlo. Lo abro como cualquier página web y por lo general ahí queda, junto con la del correo, la del calendario y todas las demás. Es mi asistente personal, incansable, servicial, sabe de todo y lo que no sabe lo inventa (ojo). Es como una navaja suiza, esas que tienen la tijerita, la lupa, el sacacorchos y 20 cosas más. Saquemos la navaja y te cuento cómo funciona.
Buscar en Google vs dialogar con ChatGPT
Estoy leyendo algo en la compu y me surge una pregunta. Antes de internet, tenía que buscar un libro, ir a la biblioteca, preguntarle a alguien, escribir una carta… Con internet y en especial con Google, basta con buscar sobre esa pregunta. No obtengo, por lo general, una respuesta, pero sí accedo a fuentes donde seguramente la encuentre o la pueda construir. Algunas fuentes son más o menos confiables, claras o directas que otras. Para ciertas preguntas, ya Google suele mostrar una ventanita con la respuesta más probable, tomada de alguna página y el enlace a esa página. Si, como yo, usas Google todo el tiempo, habrás visto que cada vez está más poblado de anuncios y de páginas que han logrado captar su atención, pero que te desilusionan por su contenido ¿Cómo es con ChatGPT? Preguntas y te responde su mejor respuesta. Es decir, no te dice dónde buscar, te responde directamente.
Veamos un ejemplo. Estás leyendo algo sobre desarrollo de tecnología y se mencionan los “TLR”, algo sobre lo cual no tienes idea (los TLR son niveles de desarrollo tecnológico, dese TLR1, una idea, investigación básica, hasta TLR9, un producto ya escalado). Aquí te muestro el resultado de Google (ni en Google ni en ChatGPT hay “un” resultado posible a una consulta; acá incluyo lo primero que salió).
Para este tema, que es bastante importante y conocido, Google te muestra una definición y te invita a seguir leyendo en una página. También te muestra a la derecha las primeras oraciones del artículo de Wikipedia sobre el tema, con su enlace. No está nada mal, ¿no? Y acá un resultado de ChatGPT a la misma consulta.
ChatGPT entiende tu pregunta y te da una respuesta. Tanto con Google como con ChatGPT hay que andar con cuidado y usar el juicio crítico. Este breve ejercicio muestra la principal diferencia que agrega ChatGPT para buscar información: en lugar de apuntar a páginas con una posible respuesta, genera una respuesta. Desde que existe ChatGPT uso mucho menos Google. Lo uso cuando estoy buscando páginas o información muy actual o local, o para verificar lo que me respondió ChatGPT. Para temas muy generales y conocidos, es muy probable que con un click más en Google y la visita a la entrada de Wikipedia encuentres más o menos un resultado similar al que propone ChatGPT. Pero ahora viene lo mejor.
Tanto con Google como con ChatGPT es frecuente que esta primera búsqueda o esta primera pregunta te dejen intrigado por saber más, por conocer más ejemplos y tantos otros “más”. En Google te dejarás llevar por los enlaces o volverás a los resultados de la búsqueda o abrirás una nueva búsqueda. En ChatGPT puedes entablar un diálogo. A la primera respuesta le puede seguir otra y otra y otra y el sistema seguirá construyendo con lo anterior en mente. En lugar de buscar, la cosa es preguntar o comentar o dejar una idea inconclusa. Y ChatGPT hará algo a partir de ahí. Por ejemplo, a la respuesta sobre los TRL le pregunté: “Genial, pero me parece un poco sutil la diferencia entre 5 y 6, validación vs demostración. Y ya que estamos, ¿qué es un entorno relevante en este contexto?”
Y así podrías seguir con “Dame por favor un ejemplo de transición de 5 a 6 dentro de la tecnología agrícola”. Si tienes un usuario de ChatGPT puedes ver aquí toda la conversación (y puedes continuarla a gusto porque ahora es tuya). Resumiendo, Google te apunta a fuentes, ChatGPT dialoga. La elección es tuya y en ambos casos debes prestar atención a errores, sesgos y demás yerbas. Con ChatGPT4, puedes combinar ambas cosas y dialogar indicando que busque en internet. Una experiencia similar te brinda el Copilot de Bing en Microsoft Edge.
Dialogar con ChatGPT es lo que más disfruto de esta herramienta. Por ejemplo, estoy leyendo “The woman in white” (La dama de blanco), de William Collins, novela escrita y ambientada a mediados del siglo XIX en Inglaterra. Es de suspenso, así que los personajes se la pasan yendo de un lugar a otro y transmitiendo información. Una demora o un desencuentro pueden causar una catástrofe. Uno de los medios de transporte es el “cab”, que me imagino qué es, pero le pregunto a ChatGPT, “¿qué es un cab en la Inglaterra de 1850?”. Y a su respuesta le comento “Estoy leyendo The woman in white y estoy fascinado por el nivel de conectividad en Inglaterra en ese entonces”. Y aprendo mucho con la respuesta, que además viene ya ordenada, los trenes por un lado, el correo por el otro, los dos medios de conectividad que a mí me habían sorprendido. Y sigo: “¿Cómo hacían para que una carta le llegara a alguien mientras viajaba?”. Y aparecen cinco formas en las que eso podía funcionar. Y así puedo seguir en el momento o retomar varios días después donde dejé. Aquí puedes leer todo el diálogo. Si sueles visitar Google frecuentemente mientras lees, no dejes de probar con ChatGPT. Para mí fue un viaje de ida.
Bien, es todo por hoy.